En clase se han explicado las diferencias entre literatura y paraliteratura. Por lo que yo he comprendido la literatura en los cuentos no tiene ningún fin educativo, simplemente se limita a contar la historia, y, sin embargo en la paraliteratura se intenta inculcar en el lector una serie de valores que influyan en su moral.
Antiguamente
no existía esta diferencia y fue ya en los 80-90 cuando se definió la palabra
literatura por Juan Cervera como aquellos textos creados para un receptor concreto, que es el niño
(desde los 0 años a los 14).
Una persona que crea literatura para niños, aparte
de saber literatura y escribir bien, debe conocer a los niños. Lo que en las
páginas te habla de literatura infantil, es en realidad paraliteratura porque
habla de lo que deben de hacer y lo que no, como por ejemplo manuales de
educación de reyes o de duques.
Para delimitar la literatura infantil, debemos
derrochar literatura no infantil que ha sido adaptada para niños, lo que
Cervera llama “Literatura ganada” y Paraliteratura (Didáctica y Moralizante)
La literatura infantil, propiamente dicha, se crea
en 1928, con “Celia”. En los años 40 y 50, el medio de comunicación más
influyente era la radio, por lo que se emitían seriales radiofónicos, en este
contexto se creó Matilde, Perico y Periquín (primer personaje que nace en la
radio y se transforma en libro), pero el más famoso fue Antoñita la Fantástica
y Mari Pepa y sus hermanos (primer libro ilustrado a todo color para niños).
Además de los famosos cuentos de Calleja.
Existen tres géneros en literatura infantil (lo
mismos que en la literatura de adultos). Estos géneros, no son géneros puros.
En la época griega, la primera clasificación fue de
Aristóteles, que los dividió en: dramático, lírica y épica, en esta época toda
la literatura era en verso. El teatro se escribió en verso hasta el siglo XIX,
que se relaciona con el género dramático antiguo, expresa sentimientos, deseos,
miedos. La lírica no se puede identificar con el verso, porque la poesía es una
forma de estructurar un texto actualmente. Antiguamente, los tres géneros no
podían combinarse, ahora sí, puede haber un teatro en verso o en prosa.
El teatro: Texto con representaciones que
se hacen para niños, no se pueden leer o teatro escrito para ser leído, al que tenemos
acceso y por último los textos que están hechos para que los niños los
representen.
Religioso: Pequeñas
obras teatrales que hacían los pueblos en ciertos momentos, como la Navidad.
Profano: por ejemplo, las representaciones de
Levante de moros y cristianos.
La manifestación folclórica más antigua que tenía en
cuenta a los niños era los “títeres de cachiporra”, ellos hacen su guión y
marionetas.
La prosa: Va desde una prosa moralizante
hasta una prosa hecha especialmente para niños. Un texto literario puede
convertirse en uno paraliterario, analizando, lo que hace mal el personaje
desde el punto de vista del autor, por ejemplo. Mercedes Gómez de Manzano estudió
en los años 80 y 90 las relaciones entre el niño protagonista de los cuentos y
el niño lector, ella dice que en la literatura de principios de siglo, el niño
no se podía identificar con los personajes, sino imitarles, hemos pasado a un
niño irreal que tiene un cambio radical, a un niño realista que se comporta
como un niño real. Ya no aparecen vicios y virtudes, sino que aparecen
actitudes positivas y negativas.
Poesía lírica escasa en niños. Poemas
que sólo hablan se sentimientos, no se cuenta nada. Hay poesía ganada, poesía
no escrita para niños pero adaptada. El único que escribió para niños fue
Lorca. Desde la Edad Media, la poesía era moralizadora (ej: Fábulas en verso) o
escrita para niños, pero sin el niño. Es más fácil de memorizar, destacan los
romances (antes eran cantados). Hay dos tipos:
-
Para
cantar: Los romances, los villancicos…
-
Para
recitar: Oraciones que no nacen del arzobispado
En el cuento de “El punto” se pueden aprender muchas
cosas, sin embargo, es la historia de cómo una profesora consigue como esta
niña supere su frustración y su miedo de no ser capaz de dibujar. Se sacan
enseñanzas, pero no hay una moraleja, es LITERATURA.
EXPERIENCIA PERSONAL
En mi caso particular, como realicé mis prácticas en
un país extranjero como es Irlanda pude conocer otros métodos de enseñanza y de
lectura más concretamente en el área de lengua.
Allí al comienzo de cada tema leían una historia y
realizaban en conjunto una comprensión lectora de la misma, pero como esto no
ayuda a los niños que van más rezagados, existía un método paralelo por el cual
cada niño cogía un libro pequeño de unas diez hojas diariamente y lo leían en
su casa. Estos libros estaban organizados por nivel de dificultad y numerados
del 1 al 20.
La profesora decidía en qué nivel iba más o menos
cada alumno y así ellos podían leer libros adaptados y adecuados a su nivel
lector. Cada día los alumnos debían traer su libro y leérselo a la profesora (a
mí cuando estaba allí) y ésta les realizaba preguntas para comprobar si habían
entendido la trama del cuento. Cuando se
observaba la mejora del niño en un nivel éste pasaba al siguiente y así
sucesivamente hasta que todos alcanzaban el nivel 20. Este método pretende
nivelar la agilidad de lectura de todos los alumnos de la clase con el fin de
poder trabajar y avanzar con todos a la vez.
Este método me gustó bastante porque realmente yo
noté que los niños menos avanzados iban mejorando y se iban nivelando al ritmo
de la clase, por lo que no descarte utilizarlo en el futuro si me es posible
para mis alumnos.
Por otro lado, una vez a la semana todos los niños
del colegio, (incluidos los de infantil), acudían a la biblioteca (también
conmigo cuando hice mis prácticas) y cogían dos libros. Mediante un sistema
parecido al de los supermercados (escáner de código de barras), el ordenador
iba anotando qué libros había cogido cada niño. Y si algún niño olvidaba sus
libros una semana no podría coger otro hasta que los devolviera. En caso de pérdida
debían pagar una cantidad de 5 euros para reponer dicho libro en la biblioteca.
Semanalmente iban cambiando los libros y también
creo era un buen método de fomentar la lectura, aunque en mi opinión esto tenía
un pero. Y es que los alumnos no tenían que demostrar que habían leído sus
libros, es decir, en mi opinión deberían hacer una redacción, un resumen o una
valoración que demostrase un poco que han leído los libros y no que sólo los
hayan paseado.
El método que yo utilizaría en mi clase sería uno
con el que trabajaran a la vez que desarrollaran su imaginación, por ejemplo,
que cada niño escriba su cuento y el compañero lo tenga que leer luego etc.,
aunque entiendo que esto también hay que adaptarlo luego a cada ciclo ya que en
el primero seguramente la letra sea para los demás ilegible.
Pero sí me gustaría que cada alumno eligiera sus
libros a leer del tema que más les guste ya que creo que esto favorece a la
lectura. Si empezamos a leer un libro de un tema que no nos atrae lo más
probable es que a los cinco minutos estemos cerrando el libro, sin embargo, con
libros de tus gustos te dan ganas de seguir leyendo más.
Muy bien. En estas reflexiones, debes prestar especial atención a la actividad elegida... en este caso, cómo analizar un libro para ver si se adecúa a la edad y a las motivaciones del niño. Para que la reflexión esté perfecta, debes incluir esta cuestión tanto en la parte de la teoría (qué hay que tener en cuenta al elegir un libro para que los niños lo lean), en la parte de experiencias previas (si los libros que leías en el cole cuando eras pequeñas estaban bien seleccionados o no y si los libros que leían los niños en tus prácticas se ajustaban a su nivel madurativo y a sus intereses) y en la parte de aplicación de lo aprendido a tu futuro profesional (cómo lo harás tú cuando seas maestra).
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